Judías Mungo. Una legumbre nueva en la dieta del cole.

Judías Mungo



   Uno de los ingredientes que hemos introducido nuevos en el cole, son unas pequeñas bolitas de una apariencia similar a la soja o a los azukis, de color verde, secas llamadas Judías Mungo.
    Esta peculiar legumbre es originaria de países hindúes cultivada desde de hace más de 5.000 años y en zonas cálidas, aunque ahora donde predomina su uso es en la cocina oriental.
     Su nombre original es Poroto moong, o también mal llamadas "soja verde", pero el nombre por el que se les conoce es el de Judías Mungo.




PROPIEDADES:

    Su propiedad más característica, y por la que la hace tan admirada y querida es, por su alto contenido proteico, quizás una de las más elevadas dentro de su familia, aportándonos alrededor de los 30gr. por cada 100gr. Lo que en una dieta vegana, macrobiótica o simplemente saludable y equilibrada sería una gran fuente de ellas.
    Otra de sus propiedades, es su alto contenido en fibra, mientras no sea pelada, su aporte de magnesio ayudando al sistema nervioso, fósforo, potasio, vitaminas del grupo B, y ácido fólico, cobre, calcio y selenio.



USOS:

    Gracias a su fácil digestión, a su aporte de nutrientes, a el tamaño de sus granos, a la rapidez de cocción, a su sabor tan suave y delicado, y a su cremosidad, la hemos elegido este año para realizar todo tipo de cremas, sopas, acompañamientos y guisos. Ya que es muy recomendable introducirla en la dieta de los niños o de la gente mayor.
   Podemos encontrarla entera, o pelada, fijándonos  bien siempre en que su piel sea firme, lisa sin arrugas y con un bonito color verde intenso.
    Una vez puesta en remojo unas 12 horas, la podemos cocer a fuego lento, y debido a la facilidad que tiene para cocinarse en 1hora y media, sino usamos olla a presión, las podemos tener listas.

    Sus usos en la cocina todos los que os podáis imaginar, y comparar con cualquier otra legumbre, teniendo presente que su suave sabor va hacer que no predomine en nuestro plato y así podamos sacarle más partido. Desde una sopa con judías, una crema, acompañamiento de un buen plato de arroz integral, un paté de hierbas y judías, una ensalada.... ya veis que las variedades son muchas. 
    Próximamente las gastaremos en algún taller o subiré alguna receta con ellas.



    Por lo que no os las perdáis, introducidlas en vuestra dieta y disfrutar de su cremosidad y dulce sabor.



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